Promoción de Farmacia de Madrid 1969

Bodas de oro de mi promoción

Hace tanto tiempo que no entro aquí a escribir que no me acuerdo de lo que había que hacer para editar el texto y todo eso.

Después de esta lamentable introducción voy a lo que me interesa y es contaros algunas de mis impresiones después de celebrar un encuentro con motivo de las bodas de oro de mi promoción de Farmacia.

Los únicos contactos que tenía antes de ir eran mi amiga Sagrario y el organizador Pepe con lo que fuimos un poco despistados.

Nada más llegar me di cuenta que esos compañeros que yo recordaba de hace cincuenta años estaban muy cambiados, tanto que prácticamente no conocía a nadie.

Nos pusimos una pegatina con nuestro nombre escrito a mano para dar pistas pero no adelantamos mucho.

Hay que tener en cuenta que nuestra promoción es única pues no hay otra en la que finalizáramos la carrera dos cursos  simultáneamente y que eran el último de la carrera de seis años y el primero de la de cinco con lo cual , además de ser muchísimos, había bastantes que ni nos sonaban.

Una de las mejores ideas fue poner las orlas de las dos promociones con lo que si querías identificar al que tenías cerca le preguntabas por su nombre y apellidos y a continuación le pedías que te señalara su foto en la orla. ¡Estábamos cambiadísimos  la mayoría por no decir todos!

Y comenzaron los actos con una misa en el aula Magna. Me hizo mucha ilusión la imagen de la Inmaculada (nuestra patrona) en el improvisado altar y que el sacerdote llevara una casulla azul celeste que solo se usa precisamente el día de la Inmaculada (8 de diciembre) y que según nos dijo el sacerdote la había donado nuestra promoción. Antes se proyectaron fotos y nombres de compañeros fallecidos y que recordamos en las intenciones de la Eucaristía, algunos muy queridos y recordados y otros desconocidos pero igualmente presentes en nuestras intenciones, ya dije que no nos conocíamos todos por ser dos cursos. Me resultó entrañable por tantos que ya no están incluidos como los catedráticos que ya se marcharon al cielo y que tantos buenos y algunos malos momentos nos hicieron vivir.

El sacerdote que dijo la misa creo que era el único joven que había y por cierto que hizo que la misa fuera un momento muy entrañable como no podía ser menos.

Después hubo varias intervenciones en las que se vertieron datos que abundan en mi impresión de ser una promoción en todo singular, hasta tenemos una compañera, María Antonia García García, en proceso de beatificación amén de catedráticos y grandes científicos en nuestros cursos.

Me arrepiento de no haber ido a las bodas de plata hace 25 años porque nos pusieron un vídeo que me encantó y que espero recibir en breve. En el vídeo salía Félix Oviedo cantando "En mi viejo San Juan" con su voz maravillosa, ¡ay madre cuántos recuerdos de la tuna!  como él había más fallecidos y alguno que nos falta y que no salió en la lista pero que igualmente recordamos. Y digo que me arrepiento porque eché en falta a compañeros que no pudieron ir y no sé si no se enteraron o no pudieron.

Después había foto pero llegué tarde y no salgo. Pasamos a los canapés...muy bien, de matrícula de honor, la comida no tan buena pero en buena compañía y después empecé a buscar a conocidos usando la técnica de dime tu nombre e identifícate en la orla con lo que pude descubrir o mejor confirmar lo mayores que estamos casi todos con alguna excepción puesto que algún Dorian Grey suelto había.

Lo que me queda de todo es una gran alegría, alguna pena y mucha ilusión por todo lo que hemos vivido, espero que tengamos la oportunidad de repetir dentro de 25 años..o antes.