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lunes, 8 de febrero de 2021

PANDEMIA

  Es horrible, llevo dos días intentando entrar aquí en mi blog y no me acordaba qué había que hacer para entrar.

 Había guardado en el panel de entrada un icono para acceder al blog directamente y funcionaba muy bien con lo que entraba con facilidad pero lo que no había tenido en cuenta era que así accedía como visitante con lo que no tenía posibilidad de publicar nada...solo a leer mis entradas, con lo cual solo conseguía releer mis anteriores "cosas escritas".

 Al final conseguí entrar como " blogger " y  por fin estoy escribiendo.

 Lo malo es que después de toda esta "Odisea" se me ha olvidado lo que quería escribir y que se me ocurrió en uno de esos momentos en que estás entre soñando y despierto y que te hacen pensar "Eureka"!! pero que cuando despiertas del todo se te ha olvidado...

 Solo recordaba que tenía que ver con Pandemia y por eso he titulado así la entrada, pero hasta ahí llego.

 No me asombra demasiado esta falta de ideas pues al releer mis anteriores entradas la verdad es que no he encontrado ninguna que realmente sea una gran cosa pero bueno ahi están por si alguien quiere leerlas.

 Como sabeis, además de Farmacéutico (jubilado), he tenido en algunas ocasiones  cierta propensión a escribir versos pero casi siempre eran dedicados a alguien en concreto por lo que pocos podían interesar a muchos lectores pero , no obstante, he publicado algunos en este blog por si acaso encontraba acogida en alguien. Es curioso que para escribir en prosa o en verso  necesitas la mayoría de las veces estar en una situación mala y con el ánimo afectado por gran tristeza o gran alegría o al menos eso me parece y con la pandemia de marras es que ni fú ni fá, o sea que solo me salen "churros" aburridos.

 

 

 


 

 

 

 

 Hay una cosa que me produjo honda impresión cuando hace unos días, en la fiesta de San Pablo Miki y compañeros mártires de Nagasaki  en Japón, en la homilía el celebrante contaba que tras la persecución en la que crucificaron a estos santos japoneses hubo otra en la que martirizaron a los sacerdotes jesuitas y franciscanos de Japón y los expulsaron...transcurrieron casi 250 años sin sacerdotes católicos en Japón...y cuando fueron unos misioneros franceses a Nagasaki, abrieron una pequeña capilla y, cuentan que se les acercó una persona que les preguntó  : Perdone ,en esta iglesia hay una imagen de la Virgen María?  a lo que el sacerdote contestó afirmativamente y siguió preguntando la persona : Usted está casado? , el sacerdote contestó : No, los sacerdotes vivimos el celibato. A continuación acudieron unas tres mil personas que se declararon católicas, que después de estas dos respuestas  habían comprobado que se trataba de sacerdotes católicos y que eran descendientes de católicos supervivientes de la persecución y que habían transmitido la Fé de padres a hijos durante esos casi doscientos cincuenta años bautizando a sus hijos ellos mismos pero sin ningún otro Sacramento por falta de sacerdotes.

 Tras esa noticia no pude por menos de agradecer que tengamos la posibilidad de tener sacerdotes que nos administren los Sacramentos en especial la Penitencia y la Eucaristía y me consolé de que a veces , durante la Pandemia, haya habido dificultad para recibir Sacramentos y asistir presencialmente a la Eucaristía conformandonos con la "Misa telemática".


QDOB


 


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